Realmente ya carece de importancia, fue algo incoherente, breve y pasajero.
Deseaba algo, necesitaba algo, ya nada bastaba para mi. Buscaba cariño, una sonrisa inocente, un abrazo de seguridad.
Solía pensar utópicamente, me solía deslumbrar, donde nada veo ahora.
¿Que seria de nosotros sin los acontecimientos absurdos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario